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Stand: 12. August 2005
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HiN - Humboldt im Netz

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Miguel Ángel Puig-Samper y Sandra Rebok
Instituto de Historia. CSIC.Madrid

Virtuti et merito.

El reconocimiento oficial de Alexander von Humboldt en España.

3. Alejandro de Humboldt en la Academia de Ciencias

La Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales se creó en Madrid el 25 de febrero de 1847, como sucesora de la Academia de Ciencias Naturales de Madrid, que se había creado en 1834. Fue su primer presidente el general Antonio Remón Zarco del Valle y entre sus miembros iniciales podemos destacar a figuras tan representativas de las ciencias naturales de esta época como Mateo Seoane, Mariano de la Paz Graells, Joaquín Ezquerra del Bayo, Mariano Lorente, Pascual Asensio o Vicente Cutanda.

Antonio Remón Zarco del Valle y Huet (La Habana, 1785 - Madrid, 1866) parece ser el personaje clave de la propuesta de nombramiento de Alejandro de Humboldt como académico corresponsal extranjero de la Academia de Ciencias madrileña. El perfil biográfico de Zarco del Valle es bastante singular. Su padre fue teniente coronel de Ingenieros y secretario de la Capitanía general de Cuba, en tanto que su madre era hija del teniente general de Ingenieros Luis Huet. Tomó parte en la campaña de Portugal y en la guerra de la Independencia, ascendiendo en 1812 a brigadier. Fue ministro de la Guerra en 1820, en el gobierno provisional al restablecerse el régimen constitucional. Mariscal de Campo en 1821, capitán general de Aragón en 1822 y diputado por La Habana en 1823. Ese mismo año fue destituido y despojado de todos sus honores. Tras la muerte de Fernando VII, desempeñó la cartera de Guerra en el gabinete de Cea Bermúdez. Intervino en la primera guerra carlista durante tres años y en 1836 ascendió a teniente general. Embajador en Austria, Prusia y Rusia, consiguió el reconocimiento de las dos primeras potencias de la reina Isabel II. Prusia le condecoró con la orden del Águila roja de 1ª clase en 1849. Fue Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, además de Gran Cruz de Carlos III (1834), distinguido con el Toisón de Oro y la Legión de Honor francesa, entre otras. Fue además presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y miembro de la Real Academia de la Historia, además de pertenecer a otras Academias como las de San Petersburgo, Estocolmo o París (Torroja  1975 , 8-9; Gil Novales 1991, 557).

En el momento de creación de la Real Academia de Ciencias fueron pocos los científicos extranjeros nombrados como miembros corresponsales. Entre ellos, Humboldt figuraba el primero, se encontraban personalidades como Faraday, el barón de Buch, Gauss, Brown, Enke, Agassiz, Jacobi, Liebig, Arago, etc.. (Lorente 1848, 21). Al recibir dicho reconocimiento por parte de la Real Academia de Ciencias de Madrid en 1847, Humboldt expresó que “hubiera tenido el mayor sentimiento en bajar a la tumba sin ver mi nombre unido al de los hombres científicos que forman la Real Academia de Ciencias de la Nación Española, para mi tan querida”. Además, le dirigió la siguiente carta al Presidente de la corporación, Antonio Remón Zarco del Valle (Lorente 1860, 30):

“ Sr. Presidente.

Habiendo gozado, en unión de mi amigo y colaborador Sr. Bonpland, durante una larga serie de años la más noble y generosa protección de parte de vuestro Gobierno, y habiéndome entregado en las hermosas regiones tropicales del nuevo Mundo, en plena libertad, a todos los trabajos de geografía astronómica y magnetismo, de meteorología y de Historia natural que podían interesar a los progresos de las ciencias, cada recuerdo de benevolencia y de indulgente afección que me da la España me causa una viva emoción. La fuerza de este sentimiento se ha aumentado con el honroso testimonio de estimación que recibo  de una Sociedad en que se halla lo más ilustre que encierra la Península, sosteniendo la antigua gloria del nombre castellano, y su benéfico influjo para ensanchar la esfera de los conocimientos que ennoblecen a la humanidad. Ruego a V.E. pues, Sr. Presidente, que tenga V.E. la bondad de presentar a esa Real Academia la expresión de mis respetuosos sentimientos, trasmitiéndola el homenaje de un afecto y de un reconocimiento que hace medio siglo no dejo de proclamar en mis obras. De V.E. su atento, etc.., seguro servidor y compañero.

= El Barón de Humboldt.”

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