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Heinz Krumpel
Acerca de la importancia intercultural de Herder
¿En qué consiste, en lo esencial, el concepto de literatura y filosofía de Herder?
¿Cuáles son las consecuencias que resultan de ello para su hermenéutica?
2a. ¿En qué consiste, en lo esencial, el concepto de literatura y filosofía de
2a. ¿Herder?Basándose en las ideas de Lessing, Winckelmann, Hamann y el Kant de la época precrítica, Herder dio al Romanticismo temprano europeo y al alemán sugerencias esenciales, que caracterizaron la manera de entender los nexos entre filosofía y literatura. Con Herder y las traducciones de A. W. Schlegel, empieza un cambio en la caracterización de España. Herder llama la atención ante todo sobre la riqueza lingüística de las poesías española y portugesa. El redescubrimiento de la época dorada de la literatura española (Cervantes, Lope de Vega y Calderón), en la segunda mitad del siglo XVIII, llevó a un enriquecimiento del Romanticismo alemán y de la Ilustración. Esto influyó también en el concepto de literatura y filosofia de Herder, caracterizado por la unidad entre la naturaleza y el hombre, por su historicismo y la percepción de la pluralidad de las culturas. La filosofía es para Herder poesía, porque bosqueja con medios poéticos –como analogías, comparaciones y metáforas- una imagen de la totalidad. Su pensamiento filosófico histórico implica la intención de impulsar al hombre a la esperanza y la acción. Su comprensión intuitiva de lo individual, lo particular, lo vivo en la historia y las lenguas de los pueblos, era de importancia no sólo para el desarrollo de un nacionalismo en Europa, sino también en los pueblos de América Latina. La teoría histórica de Herder se basa en el panteísmo de Baruch Spinoza y en la teoría de las fuerzas activas (Wirkende Kräfte) de Leibniz. Para él, lo divino es una fuerza dinámica que se expresa en diversas formas en la naturaleza y en la vida, conforme con el espacio y el tiempo. En este sentido, Herder habla del progreso de la historia. Con esto, se dirige contra la teoría racionalista mecánìco-lineal del progreso, como la representaba el materialismo mecánico francés del siglo XVIII. Los tratados de Herder contienen reflexiones sobre la existencia histórica del hombre, sobre el pasado, el futuro y el destino o determinación (Bestimmung) del presente. En este marco, analiza las posibilidades y los límites de la historia.
Las ideas de Herder habían sido divulgadas en América Latina, primordialmente, a través de la literatura de Degenerando, Ballanche, Lerminier, Leroux y Cousin. En 1827, Quinet tradujo el libro Ideas sobre la filosofia de la historia de la humanidad al francés. Tres años más tarde, Esteban Echeverría trajo las ideas de Herder de París al Río de la Plata. Estas ideas incitaron a Juan Bautista Alberdi a hacer la pregunta por la identidad en la literatura argentina. En sus Polémicas chilenas, Sarmiento cita repetidas veces a Herder, particularmente cuando se trata del papel de la geografia en la historia. Esto se expresa también en Facundo, que escribió Sarmiento en 1845. Herder va mucho más allá de las concepciones de Montesquieu, llamando la atención sobre la fuerza creativa del ambiente natural. Su teoría del medio ambiente subraya el papel del espacio geográfico en relación con tradiciones históricas y espirituales.[1]
En el contexto de la identidad, la comparación e interacción entre el pensamiento latinoamericano y el europeo, me ocupé en particular de la posición de Herder en la época clásica de Weimar. Mi pregunta particular era hasta qué punto Herder y el Krausismo estimulaban la recepción y transformación de la poesía de Goethe, Schiller y Heine. La recepción de la época clásica de Weimar –entre otros por los cubanos Luz y Caballero, Antonio Ángulo y Heredia, así como por los peruanos González Prada y Ricardo Palma- contribuyó, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, a un movimiento de renovación y reforma en el área de la lírica. En México, fue particularmente Alfonso Reyes quien unió la poesía de Goethe con nuevos modos de ver hacia el clasicismo, la tragedia moderna y la literatura mundial. Sin entrar en detalles, quiero añadir algunas palabras al respecto.
Al preguntar por la importancia del concepto de literatura y filosofía que tiene Herder en la época clásica de Weimar, para el siglo XXI, se puede decir lo siguiente. A partir de la visión del racionalismo europeo, se entiende muchas veces por filosofía un sistema de pensamiento conceptual, intrínsecamente lógico, que según Heidegger y Husserl solamente encuentra su fundamentación en la tradición lingüística griega y alemana. Herder se dirige contra tal etnocentrismo y racionalismo, indicando –de modo parecido a Luz y Caballero en su polémica con Víctor Cousin– la unidad entre sentimiento y razón, filosofía y poesía. Según Herder, en la poesía de todos los pueblos del mundo se encuentran preguntas filosóficas sobre temas como el sentido de la vida, la fortuna, la esperanza, la fe y otras. En cuanto al sentido de la intermediación entre racionalismo y poesía, Karl Jaspers propuso, basándose en Herder, diferenciar entre un concepto de filosofía más estrecho y uno más amplio. El concepto de filosofía más estrecho debería referirse al racionalismo filosófico de Descartes hasta Hegel y el más amplio debería comprender la literatura y la poesía. Unida a esta diferenciación estaba la intención de crear un contrapeso contra la absolutización unilateral de la razón. Porque, según la dialéctica de la Ilustración de Adorno y Horkheimer, la razón tiene la tendencia a instrumentalizarse, creando así el peligro de convertirse en barbarie. (Un proceso que –como bien se sabe- se ha repetido desde el dominio de los jacobinos, en la época de la Revolución Francesa, hasta hoy.) Por ello, la herencia clásica de Herder consiste hoy para nosotros en el conocimiento de que una razón no acompañada y moderada por el entendimìento poético y el sentimiento humano (en el terreno de su instrumentalización) llega a ser fea y peligrosa. La filosofía requiere por eso de la poesía. José Vasconcelos tiene razón cuando escribe respecto a la relación entre el Romanticismo y la filosofía: "Un filósofo sabio es un poeta".
Para Herder y los románticos de su época, se trataba de crear una unidad entre la razón y el sentimiento, porque el hombre no solamente es un ser racional, sino que tiene también fantasía, sueños, esperanzas, anhelos etcétera. Tanto Herder como los hermanos Schlegel, tenían la opinión de que el Romanticismo contituye una constante de la esencia humana. Con ello no se dirigían contra la Ilustración, sino que querían enriquecerla. Porque la tesis del auto-peligro de la razón no se conoce solamente desde Adorno, pues los románticos del siglo XVIII ya estaban conscientes de ella. Esto implica también preguntas por la percepción de otras culturas en el contexto de aspectos cognoscitivos y hermenéuticos. Con lo dicho, llego al segundo paso de mis exposiciones.
[1] Llegado a este punto, quiero mencionar que hay una edición bilingüe actualizada del texto de Herder, escrito en 1773, Auch eine Philosophie der Geschichte (También una filosofía de la historia). El autor de la versión española es Manuel Velázquez Mejía y la edición en referencia fue realizada por el Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México, el año 2000.
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